Semana 23 de embarazo

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Semana 23 de embarazo

Semana 23 de embarazo 1024 376 Guia del embarazo

Pídele a papá que ponga su oído en tu vientre, si escucha podrá reconocer los latidos de su bebé. A las 23 semanas de embarazo desde la concepción, el corazoncito debe latir rápido y con frecuencia

Qué pasa con el bebé a las 23 semanas

Durante la 23ª semana de embarazo desde la concepción, siguen teniendo lugar importantes procesos en el cuerpo de la miga.

Durante este periodo el feto ya tiene formados todos los órganos internos, la cara, las orejas, los brazos y las piernas. El bebé ya tiene una audición excelente. El bebé sigue creciendo, la corteza de su cerebro se está formando activamente.

Hasta ahora, sólo los pulmones del bebé no están todavía maduros y preparados para la vida ectópica. Aunque en todo el mundo ya se salvan niños tan pequeños si han nacido prematuramente.

El corazón del bebé late a una frecuencia de 120-150 latidos por minuto. Con la ayuda de un estetoscopio o un tubo especial, el médico puede escuchar perfectamente los latidos del bebé, cualquiera que ponga su oído en la barriga puede hacerlo.

Fruta

Con una ecografía fetal en la semana 23 de embarazo, el médico puede determinar fácilmente el sexo del feto. Lo más importante es esperar a que el bebé esté en la posición adecuada para el examen.

En la pantalla se puede ver que el bebé es muy móvil, capaz de girar fácilmente boca abajo y volver a hacerlo. Unas semanas más -y el bebé elegirá la posición en la que se sienta más cómodo- será la presentación.

«La altura del fondo del útero en la semana 23 de embarazo desde la concepción ya está ligeramente por encima del ombligo, y los movimientos del feto son cada vez más perceptibles».

En general, no está indicada la realización de una ecografía fetal a las 23 semanas de embarazo en el estado normal de la madre y el bebé, pero en algunos casos está justificada dicha exploración.

Por lo general, se prescribe una ecografía adicional a las mujeres con embarazos múltiples, con sospecha de insuficiencia carcinoide, en los casos en los que se observa manchado o dolor abdominal.

La vida fotográfica a las 23 semanas de embarazo

a las 23 semanas de embarazo

En la semana 23 de embarazo, el bebé ya pesa casi 800 gramos y mide más de 30 cm, acercándose a una papaya en cuanto a sus parámetros.

«Con esas dimensiones, el vientre de la madre ya es visible para todos los que están alrededor».

Una foto del abdomen en la 23ª semana de embarazo permitirá incluso a las chicas con una estructura corporal poco delicada mostrar su posición al mundo.

Además, según los médicos, el útero con el bebé dentro empezará a estirarse y el vientre sobresaldrá cada vez más hacia delante.

Qué pasa con la madre en la semana 23

El bebé crece a pasos agigantados y a la mamá le puede parecer que se vuelve más torpe y pesado. No es aconsejable correr al gimnasio e intentar recuperar la antigua sensación de ligereza con el ejercicio.

Durante este periodo, es importante vigilar las cargas. Es mejor evitar los ejercicios de coordinación porque, con un aumento significativo del peso en la cintura, el centro de gravedad se ha desplazado y las posiciones deportivas conocidas pueden provocar una caída.

A las 23 semanas de embarazo desde la concepción, el ginecólogo puede recomendar a la futura madre que done sangre para obtener hemoglobina. Esto es necesario para garantizar que la mujer no tenga síntomas de anemia gestacional, que se produce por falta de hierro. Si se detectan a tiempo los síntomas de la carencia, el médico podrá prescribir un suplemento de hierro adecuado.

Durante este periodo, la madre debe considerar si va a amamantar a su bebé. Si es así, empiece a prepararse con antelación. Hasta que la leche comience a producirse alrededor del tercer día después del nacimiento, el bebé se alimentará con calostro.

En algunas mujeres, aparece en posición ya en el segundo trimestre del embarazo. No hay que exprimirlo, sólo secarlo suavemente con una servilleta. El calostro es bueno para el bebé porque ayuda a su sistema digestivo a prepararse para una dieta nueva e inusual.

Qué sensaciones puedes sentir a las 23 semanas

Durante la 23ª semana de embarazo desde la concepción, la mujer puede experimentar ardor de estómago y otras molestias gastrointestinales. La causa del problema es el útero, que se ha agrandado y ejerce presión sobre el hipocondrio, desplazando el estómago.

Como resultado, el jugo gástrico sube constantemente al esófago. En el caso de la acidez, los médicos recomiendan beber leche en pequeñas porciones durante el día, no comer por la noche y dormir en una posición con la cabeza ligeramente elevada.

  • Disnea y dolor en el bajo vientre. También se producen por la presión del útero sobre el diafragma y por el aumento del volumen de sangre en el cuerpo de la madre. Intenta evitar las cargas pesadas y descansar más a menudo.
  • Picazón. A veces, la piel de las futuras mamás empieza a picar, lo que significa que no están ingiriendo suficientes líquidos. Bebe mucha agua, hidrata tu piel y evita los baños calientes. Si la sarna no desaparece, díselo a tu médico, podría tratarse de algún tipo de reacción alérgica o de una infección.
  • Orinar con frecuencia. El bebé ejerce presión no sólo sobre los órganos del bajo vientre, sino también sobre la vejiga, por lo que tienes que ir al baño más a menudo. Puedes hacerlo tantas veces como quieras, de lo contrario corres el riesgo de padecer cistitis.

Periodo

Si el manchado no es tan inusual en el primer trimestre del embarazo, su aparición en el segundo trimestre debe alertar a la mujer.

Las causas de las hemorragias pueden ser muchas:

  • sensibilidad de los genitales internos o de su riego sanguíneo activo;
  • Irritación del cuello uterino o de la mucosa vaginal después de las relaciones sexuales o del examen realizado por un ginecólogo;
  • Ligero desprendimiento de la placenta (la secreción será rosada);
  • si sangra en días en los que debería estar menstruando, esto puede indicar una insuficiencia hormonal;
  • riesgo de parto prematuro.

Deben tomarse medidas urgentes tan pronto como se encuentren coágulos de sangre. Cuanto antes ocurra esto, mayor será la probabilidad de salvar la vida y la salud de la miga, especifican los médicos.

Dolor abdominal

También puede haber muchas causas de dolor abdominal durante el embarazo; sólo un especialista puede determinar una específica.

No todos los dolores están directamente relacionados con el embarazo. A veces el dolor proviene del sistema digestivo o de problemas renales. Muchas heridas existentes pueden empeorar durante el parto. A menudo, por ejemplo, la apendicitis se da a conocer. Los problemas de heces y la acidez son compañeros casi constantes de las mujeres embarazadas.

A veces el dolor se produce por un pinzamiento del nervio ciático, otras veces por un desplazamiento del centro de gravedad y una tensión en la columna vertebral.

Sin embargo, el dolor abdominal también puede indicar problemas con el bebé. A menudo, el dolor en el bajo vientre se acompaña de desprendimiento de la placenta, hipertonía uterina y parto prematuro. Si el malestar interior hace que la madre se sienta ansiosa, es mejor confiar en su instinto y llamar al médico.

Flujo marron en el embarazo

Una secreción genital de color marrón en el segundo trimestre del embarazo no indica necesariamente problemas con la placenta o el inicio de un parto prematuro. Mucho más preocupante en este caso es la descarga de sangre escarlata.

Sin embargo, en el 10-12% de los casos, una secreción de color marrón puede significar que el bebé se precipita al mundo. En este último caso, la secreción marronácea que mancha suele ir acompañada de dolor abdominal bajo.

Un flujo vaginal rosado puede indicar un pequeño desprendimiento de la placenta, bajo el cual se ha acumulado sangre. Esta condición también requiere atención médica.

La secreción acuosa abundante es un signo de pérdida de líquido amniótico. Esperar que todo desaparezca por sí solo no vale la pena en este caso; llame a una ambulancia inmediatamente.

Preguntas y respuestas populares

¿Qué pruebas de mutación se pueden hacer durante el embarazo?

Incluso cuando se planifica un embarazo, se puede prescribir a la mujer una prueba de laboratorio para detectar mutaciones. Esto, además de la patología específica, permite determinar las causas de la patología, pertenecientes al cromosoma, al gen, al tipo genómico, etc.

Esta prueba es necesaria para comprobar la compatibilidad genética de los miembros de la pareja, para identificar enfermedades generales transmitidas por el padre o la madre.El análisis de genética molecular examina el polimorfismo de los genes de la hemostasia.

Esto permite, ya en la fase de planificación, si se detectan problemas, prescribir una terapia adecuada, ajustar la dieta y tomar una serie de medidas preventivas. El análisis se realiza una vez en la vida, ya que el resultado no cambiará.

Otras pruebas para evaluar la función hemostática son el recuento sanguíneo completo, el hemostasgrama y la agregación plaquetaria. Estas pruebas muestran el estado de la hemostasia en el momento de la donación de sangre.

Con su ayuda, se determinan las tácticas de gestión, se identifica la necesidad de terapia, se evalúa el resultado del tratamiento y se ajustan las dosis de los medicamentos.

Durante el embarazo me han aparecido erupciones en la piel, ¿qué debo hacer?

El embarazo es un momento difícil para todo el cuerpo. A veces presenta sorpresas en forma de erupciones cutáneas. Pueden variar. Las mujeres embarazadas suelen notar que el acné aparece en un contexto hormonal modificado.

No intente limpiar la piel usted mismo, es mejor consultar a un médico y utilizar aceites suaves que limpien la piel con suavidad. También se producen erupciones en las protuberancias de la piel, acompañadas de picor y enrojecimiento. Intenta usar ropa interior de algodón y ventilar la piel más a menudo. Las vitaminas A y D ayudan a combatir el picor.

Las estrías también pueden aparecer, pero son más fáciles de prevenir con una nutrición adecuada, masajes, duchas de contraste y tomando vitamina E. Los problemas de la piel durante el embarazo son un motivo para replantearse la dieta, quizá el problema esté en uno de los productos.

El bebé tiene hipo en el estómago, ¿hay que preocuparse?

A veces, el feto puede tener hipo en el útero y es normal que lo haga. Algunos investigadores creen que el bebé tiene hipo cuando traga accidentalmente líquido amniótico o desarrolla el diafragma y los pulmones en preparación para la respiración espontánea.

Alguien cree que así ejercita la deglución, y alguien cree que el hipo está asociado a la hipoxia. Sin embargo, esto último no ha sido confirmado por la investigación.

El hipo no debe asustar a la madre, aunque puede causar molestias. Si el bebé no se calma, sal al aire libre, cambia de posición y háblale con cariño.

¿Es posible el sexo?

La vida íntima en la 23ª semana de embarazo desde la concepción no es diferente a la del segundo trimestre del embarazo. Si todo va bien con la madre y el bebé, no hay restricciones al respecto. El ginecólogo puede aconsejar a las mujeres que se abstengan de mantener relaciones sexuales en los siguientes casos:

  • si el embarazo es múltiple;
  • si hay un historial de abortos;
  • si hay una placenta baja;
  • si el embarazo tiene complicaciones;
  • si hay patologías en el desarrollo del feto.

Durante el segundo trimestre del embarazo, puede haber algunas restricciones en la elección de posiciones cómodas. Mantener relaciones sexuales en la semana 23 no debe causar molestias a la mujer, por lo que es mejor abstenerse de las posiciones con tensión abdominal. En general, los médicos aconsejan: no practicar deportes extremos durante este periodo, hacer el amor con suavidad y cuidado.

¿Qué hacer si sube la temperatura?

Todas las mujeres embarazadas corren el riesgo de sufrir complicaciones derivadas de los resfriados y las infecciones, y hay que tenerlo en cuenta en cuanto aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad. En el 5-8% de los casos de gripe grave, puede desarrollarse una neumonía, que ya es muy peligrosa. En cuanto notes la enfermedad, llama a tu terapeuta.

Una temperatura de 37,5 grados no debe ser golpeada, tal calor no es peligroso para el niño y debe pasar rápidamente por sí mismo. Las cataplasmas, las fricciones con agua fría y la ingesta de abundante agua ayudarán a aliviar la afección con fiebre.

La tos y el goteo nasal deben tratarse con infusiones e inhalaciones de hierbas. En casos graves, el médico puede recetar medicamentos que no te perjudiquen a ti ni a tu bebé, ya que hay bastantes medicamentos aprobados en el segundo trimestre del embarazo.

Pero la mejor solución sería prevenir la enfermedad por completo. Para ello, intenta:

  • evitar las grandes concentraciones de personas (medios de transporte, centros comerciales, etc.);
  • usar una máscara, cambiándola cada hora;
  • Lávate las manos después de caminar;
  • comer cebollas y ajos;
  • Puedes utilizar medicamentos antivirales locales.
  • Ante los primeros síntomas de un resfriado, quédate en casa y llama a tu médico. Cuanto antes comience el tratamiento, antes se recuperará y no habrá complicaciones, aseguran los médicos.

¿Qué hay que hacer si se tira del bajo vientre?

El dolor en el abdomen y la parte baja de la espalda suele preocupar a las futuras madres, sobre todo cuando la barriga crece. Si su médico le ha asegurado que no hay riesgos para su salud y la de su miga y que los dolores de tirón en su caso no significan peligro, siga estas sencillas recomendaciones:

  • intenta hacer ejercicios físicos sencillos;
  • usar zapatos sin tacón;
  • no estés de pie durante mucho tiempo; túmbate más;
  • si sufres molestias, compra un cinturón de vendas para aliviar la presión en la espalda y el abdomen.

¿Cómo comer bien?

Durante la 23ª semana de embarazo desde la concepción, la dieta de la futura madre debe incluir alimentos ricos en proteínas, ácido fólico, vitaminas B, C, E, D, calcio, hierro, potasio y magnesio.

Los cereales, especialmente la avena y el trigo sarraceno, así como el hígado, la remolacha y los Ecografía embarazos secos deberían aparecer en la mesa con más frecuencia.

Intenta beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, y también puedes utilizar compotas y bebidas de frutas. Es mejor no dejarse llevar por el té y el café.

Renuncia a la comida rápida: fritos, salados, picantes y grasas, dulces y alcohol.