Embarazo después de los 35 años

Embarazo después de los 35 años

Embarazo después de los 35 años

Embarazo después de los 35 años 1024 613 Guia del embarazo

Mujeres embarazadas despues de los 35 años

El embarazo después de los 35 años es cada vez menos sorprendente. Muchas mujeres tienen su segundo, tercer y a menudo primer hijo a esta edad.

Los expertos explican cómo es el embarazo después de los 35 años, cómo prepararse para él y cómo reducir los posibles riesgos tanto para la madre como para el bebé

Preparación para el embarazo de mujeres de 35 años

El embarazo después de los 35 años es habitual en muchas partes del mundo. ¿Cuáles son las peculiaridades del embarazo a esta edad y de qué hay que preocuparse?

Lo que hay que saber sobre el embarazo después de los 35

Primer embarazo después de los 35
Se aconseja a la futura madre que se someta a una prueba genética, especialmente si ha tenido abortos y embarazos congelados en el pasado. Es importante prepararse adecuadamente antes del embarazo: medidas preventivas que aumentan las posibilidades de concebir y dar a luz a un bebé sano.
Segundo embarazo después de los 35 añosLos médicos aconsejan mantener bajo control las enfermedades crónicas que pueda tener la mujer. Las patologías más comunes son la hipertensión, la diabetes y las varices. Si está indicado, puede ser necesario realizar pruebas genéticas.
Tercer y posteriores embarazos después de los 35 añosLos embarazos anteriores pueden haber afectado negativamente a la salud de la mujer; por ello, es importante detectar y tratar las enfermedades crónicas a tiempo. Los terceros y siguientes bebés suelen ser más grandes que sus hermanos mayores, por lo que la mujer puede necesitar una cesárea. El parto natural suele ser rápido, sin contracciones de entrenamiento.

Preparación para el embarazo

Se recomienda que los futuros padres se sometan a algunas pruebas obligatorias:

  • Determinar su grupo sanguíneo y su factor Rh, 
  • Hacer un análisis de sangre y una prueba bioquímica,
  • Análisis de orina. 
  • Ambos miembros de la pareja deben hacerse un análisis de sangre para detectar la sífilis, el VIH, la hepatitis B y C, las infecciones de transmisión sexual y otras Infecciones TORCH, toxoplasmosis, varicela, listeriosis, rubéola, citomegalovirus, herpes, etc. 

Pruebas para mujeres

Se aconseja a las futuras madres que se hagan un hemostasiograma o coagulograma para evaluar el estado del sistema de coagulación. Los resultados ayudan a comprender si la mujer corre el riesgo de sufrir coágulos o, por el contrario, una hemorragia masiva. 

Hay que comprobar los niveles de las hormonas sexuales y de las hormonas tiroideas:

  • FSH – hormona estimulante del folículo,
  • LH – hormona luteinizante,
  • AMH, hormona antimulleriana, prolactina,
  • TTH (hormona estimulante del tiroides),
  • T4 libre (tetraiodotironina).

Las pruebas hormonales son necesarias para evaluar las posibilidades de una mujer de concebir y tener un bebé. Además, los niveles hormonales pueden ayudar a sospechar la existencia de enfermedades endocrinas que dificultan el embarazo.

Si está planeando un embarazo, es aconsejable hacerse un examen citológico para detectar cáncer y cambios precancerosos en el cuello del útero. También debe hacerse una ecografía o mamografía de las mamas, una ecografía abdominal, una ecografía del tiroides, una ecografía de los riñones y una ecografía de los vasos sanguíneos de las extremidades inferiores. Además del obstetra, hay que consultar a otros especialistas, como un dentista, un otorrinolaringólogo y un oftalmólogo. 

Pruebas para hombres

Según médico especialista en medicina reproductiva, los futuros papás deben acudir sin falta a un andrólogo para comprobar el estado del líquido seminal y la secreción prostática. El médico elige el tipo y el número de pruebas. Lo más frecuente es que los hombres se sometan a un espermograma para evaluar la «calidad» del semen.

A veces, además del espermograma, se prescribe una prueba MAR. Durante la prueba, se buscan espermatozoides que tengan anticuerpos contra el esperma en su superficie. Estos anticuerpos impiden que los espermatozoides participen en el proceso de fecundación, lo que suele provocar infertilidad masculina. 

Pruebas genéticas

Cada vez son más las parejas que se someten a pruebas genéticas en la fase de planificación del embarazo para evaluar la probabilidad de enfermedades hereditarias en el feto. Uno de los métodos más sencillos e informativos es el cariotipo, una prueba de la estructura y el número de cromosomas. Tanto los hombres como las mujeres toman una muestra de sangre venosa para la prueba.

El cariotipo ayuda a detectar las «roturas» más comunes en los cromosomas, que pueden causar infertilidad y el nacimiento de un niño enfermo. Hoy en día, el cariotipo se recomienda a todas las parejas que planean un embarazo después de los 35 años.

Otros consejos de preparación

Nuestro ginecólogo nos recuerdan que después de los 35 años, el embarazo natural no se produce tan fácilmente como a una edad más temprana. Por lo tanto, se debe consultar a un ginecólogo si la mujer no se ha quedado embarazada en los seis meses siguientes a las relaciones sexuales regulares (2-3 veces a la semana). 

Los ginecólogos dan da algunos consejos a las mujeres mayores de 35 años que planean un embarazo y esperan un bebé:

Cuando planeen concebir, tomen 400 mcg de ácido fólico al día;

  • Si te quedas embarazada, realiza una ecografía en las semanas 6 y 9 y repite la prueba en las semanas 24, 28 y 32.
  • En las semanas 11-14, realizar una prueba combinada de expertos y, si tiene riesgo de preeclampsia o de retraso del crecimiento del feto, empezar a tomar una dosis de 150 mg de aspirina hasta las 16 semanas de embarazo;
  • Si es posible, realizar una prueba prenatal no invasiva después de la 10ª semana de embarazo
  • Realizar una prueba de tolerancia a la glucosa oral en el primer trimestre o al menos en la semana 24-28; y si tienes diabetes gestacional, seguir las instrucciones de tu médico: seguir la dieta, controlar los niveles de azúcar y tomar la medicación necesaria;
  • Mida su presión arterial con regularidad y consulte siempre a su médico si su lectura es superior a 140/90.

También se recomienda elegir un hospital de maternidad con antelación, y preferiblemente hacer un contrato individual con un médico específico que te ayude a elegir el modo de parto y esté disponible las 24 horas del día.

Las sensaciones de la mujer durante el embarazo

Los cambios en los niveles hormonales y el crecimiento del bebé en el útero son las principales causas de sensaciones inusuales, aunque perfectamente naturales, durante el embarazo. Sin embargo, la futura madre debe estar atenta a su estado para no perderse las señales de alerta que le pueda dar su cuerpo.

Estreñimiento e hinchazón

Este es un problema al que se enfrentan muchas futuras madres. Las dificultades con la digestión y las heces suelen deberse al aumento de los niveles de la hormona progesterona y al agrandamiento del útero, que empieza a ejercer presión sobre el intestino. En la mayoría de los casos, el problema se soluciona con actividad física y la ingesta de más alimentos ricos en fibra.

Dolor en la ingle y el bajo vientre

El dolor en el bajo vientre durante el primer trimestre suele estar asociado al estiramiento del aparato mucoso que se está preparando para el parto. El dolor pulsátil en la parte baja del abdomen y la espalda en el último trimestre se debe a la separación gradual de los huesos pélvicos.

Debe buscarse atención médica si el bajo vientre es doloroso, produce calambres o arrastra, y si hay una secreción sanguinolenta. Esto puede indicar un riesgo de aborto. El dolor insoportable temprano en la zona anexial también se asocia con el embarazo ectópico, por lo que, de nuevo, no debe retrasarse la visita al médico. 

Toxicidad temprana

La somnolencia, la pérdida de apetito, los vómitos, las náuseas y la intolerancia a los olores pueden aparecer a partir de la 5ª-7ª semana, y a veces antes, en la 3-4ª semana. Existe una correlación entre el momento de desarrollo de la toxicosis y su gravedad.

Las náuseas matutinas tempranas suelen ser graves y pueden requerir ingreso hospitalario. El tratamiento de la toxicosis precoz lo prescribe un médico y, si se producen vómitos incontrolables, pérdida o aumento de peso repentinos, se debe acudir a un especialista lo antes posible.

Secreciones del pecho Durante el embarazo, el calostro el «prototipo» de la leche materna- es segregado por los pechos. Es más frecuente en el tercer trimestre, pero puede producirse antes. El calostro es completamente normal. Acude al médico lo antes posible si aparece pus o sangre en las secreciones, si aparecen bultos y pápulas en los pechos o si aumenta la temperatura corporal

Cómo es el parto

Según los ginecólogos, muchas mujeres mayores dan a luz solas y la duración media del parto es sólo de 45 minutos más que para las madres más jóvenes. Por lo tanto, no hay que temer un parto difícil si la mujer está bien preparada física y mentalmente para ello. 

Las complicaciones más comunes del parto a partir de los 35 años son el mal parto y la hipoxia fetal aguda. En estos casos, se practica una cesárea a la mujer. La probabilidad de intervención quirúrgica es de aproximadamente el 50% si la mujer tiene más de 40 años.

Posibles riesgos del embarazo después de los 35 años

Los avances de la medicina moderna permiten reducir considerablemente los riesgos del embarazo después de los 35 años para la futura madre y el niño. Sin embargo, sigue existiendo la posibilidad de que se produzcan complicaciones, lo que debe tenerse en cuenta. Con la ayuda de expertos, hemos elaborado una lista de los riesgos más comunes para la madre y el bebé.

Para la madre 

Para prever y prevenir los posibles efectos secundarios, se aconseja a las mujeres que se sometan a una serie de pruebas y exámenes. Los riesgos más comunes son.

  • Aborto o parto prematuro,
  • Coágulos de sangre,
  • Aumento de peso anormal,
  • Hipertensión gestacional,
  • Diabetes gestacional.

Para el bebé

No se pueden descartar algunos riesgos para la salud del feto. Entre ellas se encuentran:

  • Anomalías cromosómicas, incluyendo el síndrome de Down, el síndrome de Edwards y el síndrome de Patau
  • Retraso en el desarrollo
  • Bajo peso al nacer
  • Muerte intrauterina

Control del embarazo por parte de los ginecólogos a partir de los 35 años

  • Una mujer de más de 35 años está segura de sí misma y sabe lo que quiere. Para ella, el embarazo no suele ser un accidente, sino una decisión consciente. La actitud mental correcta es importante para el nacimiento de un bebé sano. Además, el estado del cuerpo no se puede juzgar por la edad actual. Muchas mujeres de 35 años gozan de buena salud, con todos sus órganos y sistemas funcionando perfectamente.
  • Las mujeres mayores de 35 años suelen tener más experiencia y seguridad económica que las madres más jóvenes. Suelen ser más responsables de su propia salud y de la de su hijo. Por ejemplo, según los CDC, las madres de más de 30 años son más propensas a amamantar a sus bebés.

Datos interesantes

Embarazo durante la menopausia: ¿es realista?

Según medicos, las mujeres de más de 35 años tienen un mayor índice de abortos, partos prematuros y anomalías cromosómicas del feto. Dar a luz a un niño con síndrome de Down está relacionado con la edad de la madre: si tiene 20 años, el riesgo es de 1 entre 1.480, a los 35 años – 1 entre 353, y a los 40 años – 1 entre 85.

Expertos añaden que dar a luz a un niño con defectos de nacimiento es posible a cualquier edad. Sin embargo, muchos defectos de nacimiento pueden diagnosticarse incluso antes de que el niño nazca. Hay varios métodos que lo hacen posible. Entre ellas se encuentra el cribado prenatal para detectar anomalías cromosómicas en el primer, segundo y tercer trimestre del embarazo.

  • A las mujeres mayores de 40 años se les pueden recomendar pruebas no invasivas (NIPT), análisis de ADN fetal en sangre y ecografía por expertos para detectar anomalías cromosómicas en el feto. Si es necesario, también existen pruebas invasivas como la amniocentesis o la muestra de vellosidades coriónicas».
  • La edad de la pareja también es importante. Aunque los hombres son físicamente capaces de concebir a los 60 o incluso a los 70 años, la calidad del esperma disminuye con la edad y se acumulan espermatozoides con «daños» genéticos. Los estudios han demostrado una relación entre la edad del padre y el desarrollo de enfermedades como la esquizofrenia y los trastornos del espectro autista en los niños.

Importante

Complicaciones del embarazo: información sobre posibles situaciones «no habituales».

¿Hay menos probabilidades de quedarse embarazada a partir de los 35 años?

Por desgracia, sí. Una de cada tres mujeres de más de 35 años tiene dificultades para tener hijos (según los CDC, Centros de Control y Prevención de Enfermedades). Por encima de los 35 años, la probabilidad de quedarse embarazada en un solo ciclo de ovulación es del 10%, y por encima de los 40, sólo del 5%.

Para las mujeres de más de 45 años, la probabilidad de embarazo espontáneo es casi nula. El drástico descenso de la fertilidad se debe a la reducción del número de óvulos. Al inicio de la pubertad, una mujer tiene entre 300 000 y 500 000 óvulos «en reserva». A los 37 años, a la mujer le quedan unos 25 000 óvulos, y a los 43 años esta reserva suele estar agotada.

¿Qué puede ser difícil para las mujeres embarazadas después de los 35 años?

Las complicaciones más comunes son el aborto espontáneo, las hemorragias, los coágulos de sangre, la preeclampsia, la placenta previa, la diabetes gestacional, la deficiencia de Rh, el mal parto y la hipoxia fetal.

Las dificultades son más frecuentes si la mujer se queda embarazada por casualidad, sin preparación previa para el embarazo, o si padece enfermedades crónicas extragenitales (afecciones que empeoran durante el embarazo).

¿Es posible tener un bebé sano después de los 35 años?


Si una mujer no ha tenido un aborto espontáneo o un embarazo congelado, está físicamente sana y se ha preparado adecuadamente para el parto, sus posibilidades de dar a luz a un niño normal son casi las mismas que las de una mujer de 20 años. Incluso si es la primera vez que da a luz.

La planificación y el desarrollo de un embarazo después de los 35 años deben abordarse con más responsabilidad que a una edad más temprana. Las futuras madres deben someterse a diagnósticos cromosómicos no invasivos, a controles rutinarios y a ecografías en el momento oportuno.