Tratamiento del embarazo ectópico

Es posible tener un bebé con un embarazo ectópico

Tratamiento del embarazo ectópico

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¿Es posible tener un bebé con un embarazo ectópico?

Tratamiento del embarazo ectópico. El único órgano del cuerpo de la mujer que puede garantizar el correcto desarrollo del feto es el útero. La adhesión de un óvulo fetal a cualquier otro órgano está cargada de desnutrición, cambio de estructura y ruptura o daño de ese órgano. Por ello, el embarazo ectópico es una patología en la que el nacimiento y el parto son imposibles.

Hasta la fecha, no hay formas en la medicina de llevar un embarazo ectópico. La literatura describe varios casos en los que, con esta patología, fue posible llevar a los niños a un período compatible con la vida en el medio externo.

Sin embargo, en primer lugar, estos casos sólo son posibles en circunstancias extremadamente raras (un caso entre varios cientos de miles de embarazos ectópicos), en segundo lugar, implican un riesgo extremadamente alto para la madre y, en tercer lugar, existe la posibilidad de que se produzcan patologías en el desarrollo del feto.

Por lo tanto, dar a luz a un bebé durante un embarazo ectópico es imposible. Como esta patología amenaza la vida de la madre y es incompatible con la vida del feto, la solución más racional es interrumpir el embarazo inmediatamente después del diagnóstico.

¿Es posible tratar el embarazo ectópico sin cirugía?

¿Es posible tratar el embarazo ectópico sin cirugía?

Históricamente, el tratamiento del embarazo ectópico se limitaba a la cirugía con extracción del feto. Sin embargo, con el desarrollo de la medicina, se han propuesto algunos métodos de tratamiento no quirúrgico de esta patología.

La base de dicho tratamiento es la designación de metotrexato, un fármaco que es un antimetabolito que puede alterar los procesos sintéticos de la célula y provocar un retraso en la división celular. Este fármaco se utiliza ampliamente en oncología para tratar diversos tipos de cáncer y también para suprimir la inmunidad durante el trasplante de órganos.

El uso de metotrexato en el tratamiento del embarazo ectópico se basa en su efecto sobre los tejidos del feto y sus órganos embrionarios con detención de su desarrollo y posterior rechazo espontáneo.

El tratamiento farmacológico con metotrexato tiene muchas ventajas sobre el tratamiento quirúrgico, ya que reduce el riesgo de hemorragia, anula el traumatismo de tejidos y órganos y acorta el período de rehabilitación. Sin embargo, este método no está exento de inconvenientes.

Los siguientes efectos secundarios son posibles cuando se utiliza metotrexato:

  • náuseas
  • vómitos
  • estomatitis
  • diarrea
  • patología gástrica
  • mareos
  • daños en el hígado
  • inhibición de la médula ósea (con anemia, disminución de la inmunidad, hemorragias)
  • dermatitis
  • neumonía
  • la alopecia
  • ruptura de la trompa de Falopio por embarazo progresivo

El tratamiento del embarazo ectópico con metotrexato es posible en las siguientes condiciones:

  • embarazo ectópico confirmado
  • paciente hemodinámicamente estable (sin hemorragia)
  • tamaño del huevo fetal no superior a 4 cm
  • ausencia de función cardíaca fetal en el examen ecográfico
  • no hay signos de rotura de las trompas de Falopio
  • nivel de gonadotropina coriónica inferior a 5000 UI/ml

El tratamiento con metotrexato está contraindicado en las siguientes situaciones:

  • niveles de gonadotropina coriónica por encima de 5000 UI / ml
  • la presencia de la función cardíaca fetal en el examen ecográfico
  • hipersensibilidad al metotrexato
  • la lactancia materna
  • estado de inmunodeficiencia
  • el alcoholismo
  • daños en el hígado
  • leucopenia (recuento bajo de glóbulos blancos)
  • trombocitopenia (recuento bajo de plaquetas)
  • anemia (recuento bajo de glóbulos rojos)
  • infección pulmonar activa
  • úlcera gástrica
  • patología renal

El tratamiento se realiza mediante la administración parenteral (intramuscular o intravenosa) del fármaco, que puede ser única y durar varios días. La mujer está en observación durante todo el periodo de tratamiento, ya que sigue existiendo el riesgo de rotura de las trompas de Falopio u otras complicaciones.

La eficacia del tratamiento se evalúa midiendo el nivel de gonadotropina coriónica en la dinámica. Su reducción en más del 15% del valor inicial en los 4 ó 5 días siguientes a la administración del fármaco indica el éxito del tratamiento (los niveles hormonales pueden ser elevados durante los 3 primeros días). Paralelamente a la medición de este indicador, se controla la función renal, hepática y de la médula ósea.

Si el tratamiento con metotrexato no surte efecto, se recomienda la intervención quirúrgica.

El tratamiento con metotrexato se asocia a una serie de riesgos, ya que el fármaco puede afectar negativamente a algunos órganos importantes de la mujer, no reduce el riesgo de rotura de las trompas de Falopio antes de la interrupción completa del embarazo y no siempre es suficientemente eficaz. Por lo tanto, el principal método de tratamiento para los embarazos no probados sigue siendo la intervención quirúrgica.

Debe entenderse que el tratamiento conservador no siempre tiene el efecto terapéutico esperado y, además, debido al retraso de la intervención quirúrgica, pueden producirse algunas complicaciones como la rotura de las trompas, el desprendimiento de las trompas de Falopio y las hemorragias masivas (por no hablar de los efectos secundarios del propio metotrexato).

Tratamiento quirúrgico del embarazo ectópico

Tratamiento quirúrgico del embarazo ectópico

A pesar de la posibilidad de una terapia no quirúrgica, el tratamiento quirúrgico sigue siendo el principal método de gestión de las mujeres con embarazos ectópicos. La intervención quirúrgica está indicada para todas las mujeres que tienen un embarazo ectópico (ya sea en desarrollo o abortado).

El tratamiento quirúrgico está indicado en las siguientes situaciones:

  • desarrollo de un embarazo ectópico
  • embarazo ectópico abortado
  • aborto en las trompas de Falopio
  • rotura de la trompa de Falopio
  • hemorragia interna

La elección de la táctica quirúrgica se basa en los siguientes factores:

  • la edad del paciente
  • el deseo de quedarse embarazada en el futuro
  • el estado de la trompa de Falopio del lado del embarazo
  • el estado de la trompa de Falopio en el lado opuesto
  • ubicación del embarazo
  • tamaño del huevo fetal
  • el estado general del paciente
  • cantidad de pérdida de sangre
  • el estado de los órganos pélvicos (proceso de adhesión)

En función de estos factores, se lleva a cabo la elección de la operación quirúrgica. Si la pérdida de sangre es importante, si el estado general del paciente es grave y si aparecen algunas complicaciones, se realiza una laparotomía, una operación con una amplia incisión que permite al cirujano detener rápidamente la hemorragia y estabilizar al paciente.

En todos los demás casos, se utiliza la laparoscopia, una intervención quirúrgica en la que se introducen manipuladores y ópticas en la cavidad abdominal a través de pequeñas incisiones en la pared abdominal anterior, lo que permite realizar una serie de procedimientos.

Tratamiento del embarazo ectópico

El acceso laparoscópico permite realizar los siguientes tipos de cirugía:

Salpingotomía (incisión de la trompa de Falopio con extracción del feto, sin quitar la trompa en sí)

La salpingotomía preserva la trompa de Falopio y su función reproductora, lo que es especialmente importante en ausencia de hijos o si la trompa está dañada en el otro lado.

Sin embargo, esta operación sólo es posible si el tamaño del óvulo fetal es pequeño y se preserva la integridad de la propia trompa durante la operación. Además, la salpingotomía se asocia a un mayor riesgo de recurrencia del embarazo ectópico en el futuro.

Salpingectomía (extirpación de la trompa de Falopio junto con el feto implantado).

La salpingectomía es un método radical en el que se extirpa la trompa de Falopio «embarazada». Este tipo de intervención está indicada en presencia de un embarazo ectópico en el historial médico de la mujer, y cuando el tamaño del óvulo fetal es superior a 5 cm. En algunos casos, no es posible eliminar la trompa por completo, sino sólo extirpar la parte dañada, preservando así su función en cierta medida.

Es importante entender que, en la mayoría de los casos, la intervención en el embarazo ectópico se lleva a cabo con urgencia para eliminar la hemorragia y eliminar las consecuencias del aborto de las trompas de Falopio o la rotura de las mismas, por lo que los pacientes caen en la mesa de operaciones con una preparación inicial mínima.

Si se trata de una operación programada, las mujeres son preparadas previamente (el entrenamiento se realiza en una sala ginecológica o quirúrgica, ya que todas las mujeres con embarazos ectópicos son objeto de hospitalización inmediata).

La preparación para la operación consiste en los siguientes procedimientos:

  • donación de sangre para análisis generales y bioquímicos
  • determinación del grupo sanguíneo y del factor Rh
  • realizando un electrocardiograma
  • examen de ultrasonido
  • consulta con un terapeuta

Período postoperatorio

El periodo postoperatorio es extremadamente importante para la normalización del estado de la mujer, para la eliminación de ciertos factores de riesgo y para la rehabilitación de las funciones reproductivas.

Durante el postoperatorio se realiza una monitorización continua de los parámetros hemodinámicos, así como la introducción de analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios. Después de la cirugía laparoscópica (mínimamente invasiva), las mujeres pueden ser dadas de alta en uno o dos días, pero después de la laparotomía es necesaria la hospitalización durante un período mucho más largo.

Tras la intervención quirúrgica y la extracción del óvulo fetal, es necesario un control semanal de la gonadotropina coriónica. Esto se debe a que, en algunos casos, los fragmentos del óvulo fetal (fragmentos de vellosidades coriónicas) pueden no ser eliminados por completo (tras las operaciones que preservan la trompa de Falopio) o pueden introducirse en otros órganos.

Esta condición es potencialmente peligrosa porque puede empezar a desarrollarse un tumor a partir de las células del corion: el corionepitelioma. Para evitarlo, se miden los niveles de gonadotropina coriónica, que normalmente deberían disminuir en un 50% en los primeros días después de la intervención.

Si esto no ocurre, se prescribe metotrexato, que es capaz de detener el crecimiento y el desarrollo de este órgano embrionario. Si los niveles hormonales no disminuyen después de esto, es necesario realizar una cirugía radical con extirpación de la trompa de Falopio.

En el periodo postoperatorio, se recomienda la fisioterapia (electroforesis, magnetoterapia), que contribuye a una recuperación más rápida de la función reproductora y también reduce la probabilidad de que se desarrolle el proceso de adherencia.

La designación de AOC en el período postoperatorio tiene dos objetivos: estabilizar la función menstrual y prevenir el embarazo durante los primeros seis meses después de la cirugía, cuando el riesgo de desarrollar diversas patologías del embarazo es extremadamente alto.

Prevención del embarazo ectópico

¿Qué debo hacer para evitar un embarazo ectópico?

Para reducir la probabilidad de un embarazo ectópico, deben seguirse las siguientes recomendaciones:

  • tratamiento oportuno de las enfermedades infecciosas de los órganos genitales
  • someterse a exámenes ecográficos periódicos o donar sangre para conocer los niveles de gonadotropina coriónica durante la fecundación in vitro
  • realizar pruebas para detectar infecciones genitales cuando se cambie de pareja
  • utilizar anticonceptivos orales combinados para evitar un embarazo no deseado
  • tratamiento oportuno de las enfermedades de los órganos internos
  • comer adecuadamente
  • corregir los trastornos hormonales

¿Qué debo evitar para prevenir un embarazo ectópico?

Para prevenir el embarazo ectópico, se recomienda evitarlo:

  • patologías genitales infecciosas e inflamatorias
  • infecciones genitales
  • vida sexual promiscua
  • uso de anticonceptivos con progestágenos
  • estrés
  • estilo de vida sedentario
  • fumar y otros efectos tóxicos
  • alto número de cirugías abdominales
  • abortos múltiples
  • fecundación in vitro